HOY APARECE PUBLICADO ESTE ARTICULO EN EL PERIÓDICO QUE HE ENCONTRADO INTERESANTE.
MINIFALDAS EN ESTAMBUL
La oposición de algunos países a que Turquía ingrese en la Unión Europea responde, básicamente, al temor a que de golpe y porrazo más de 72 millones de musulmanes adquieran el carnet de socios comunitarios y se unan a los 20 millones que ya hay. Eso, y según algunos cálculos, elevaría del 5% actual a entre un 17% y un 20% la proporción de ciudadanos de la UE seguidores del Corán.
Pero en Turquía, el islam no se vive con la misma intensidad y fervor que en el resto de países musulmanes. Y no solo porque el Ejército turco se encarga de mantener a raya a cualquiera que intente transgredir los principios en los que se basa la República laica, fundada en los años 30 por Mustafá Kamal Ataturk.
Históricamente vinculado a Europa y miembro de la OTAN desde 1952, la identidad de este país, situado entre dos continentes, se basa más en la herencia cultural y las tradiciones que en la fe. Para darse cuenta de ello, basta con aterrizar en Estambul procedente de El Cairo. Aquí, por ejemplo, las mezquitas no se llenan de fieles los viernes, el día de la plegaria colectiva, como sí ocurre en la capital egipcia. “Como los cristianos en Europa, no todos acuden a misa los domingos”, subraya Nicolás, un español que hace 15 años que vive en Estambul. “Algunos turcos ni siquiera son creyentes, y no lo ocultan, lo que no quiere decir que no sientan cierto apego a las tradiciones, como la Navidad para los cristianos”, añade.
Este es el caso de Esen, una estudiante de Políticas de la universidad pública de Estambul. “La imagen que se tiene en Europa del islam no tiene nada que ver con el islam que vivimos en Turquía”, afirma sentada en una cafetería cercana a la facultad, junto al famoso gran Bazar de la ciudad. “Los europeos no se dan cuenta de que nuestro país es musulmán y laico y que tenemos libertad de pensamiento. Algunos se sienten más o menos próximos a la religión y otros no, como yo”, explica su amiga Asli, una chica que luce un piercing en la nariz.
Vaqueros ajustados
Lo cierto es que hay un abismo entre lo que se ve en las calles de El Cairo y en las de Estambul. En la parte más occidentalizada de la ciudad turca, pasean jóvenes roqueros de largas melenas, punks que llevan los pelos en punta y pintados de vivos colores, y chicas con pantalones ajustados, minifaldas y medias de lana para protegerse del frío. Impensable en la capital egipcia, donde el hiyab, la indumentaria modesta, ha arrasado en las últimas décadas. Pero si en Egipto el velo está de moda, la prohibición de llevarlo en los edificios públicos y las universidades es más estricta en Turquía que en Francia, que legisló sobre esta cuestión hace un par de años. No es extraño que otros países musulmanes consideren a Turquía un país poco islámico y descafeinado.
No todo es así. En el barrio del Fathi predomina el velo islámico y el charchal, la túnica negra que cubre a las mujeres de la cabeza a los pies. También se oculta el cabello Emine, la mujer del primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, que rehuye el choque de civilizaciones, y que ha logrado pasos significativos en la modernización del país. Turquía es el país más industrializado de Oriente Próximo después de Israel, con el que tiene buenas relaciones. Cuando Asli, que asegura que no ayuna en el Ramadán, critica a Erdogan, no porque sea islamista, sino por su política económica liberal.
Apertura religiosa
Una mención especial merece el jefe de Asuntos Religiosos, Ali Bardakoglu, la máxima autoridad del islam en Turquía, que se reunió con el Papa el martes. A pesar de que fue uno de los musulmanes que denunció con más dureza las polémicas palabras que sobre el islam pronunció el Pontífice en septiembre en Alemania, se le considera un reformador en materia religiosa. Bardakoglu, que controla todos los resortes de la fe en Turquía, nombró el año pasado a dos mujeres vicemuftis, juristas de la ley islámica.
“Un musulmán no se define por cómo viste, ni por si bebe o no alcohol –la mayoría de turcos lo hacen– o lleva barba”, dijo en una ocasión. Nada que ver con Egipto y la línea dura del mufti de Al Azhar del Cairo, máxima autoridad del islam suní. Sin ir más lejos, la última tormenta política que ha sacudido el país la desencadenó el ministro de Cultura, Faruq Hosni, que opinó que llevar el hiyab es una “regresión”. La osadía le costó una crisis política, un par de semanas de baja y la condena de Al Azhar, que considera el velo “una orden divina”.
Hola Greta & Ogo, somos Lara (26 años, Bilbao)& Ozan (27 años Istanbul)de bilbao y te escribimos para que, si esta en tu mano,nos pongas en contacto con Eva&Ozkan de Bilbao.Nos sorprendio ver que habia una pareja como nosotros, y como hasta ahora no hemos encontrado a ningun turc@, nos haria ilusion quedar y conocerlos. Te estaremos muy agradecidos, un saludo
Greta, E. Karaesmen’den bahseden yaziyi da yayinlayacak misin? Sevgiler, DM
alguien sabe los 5 bpricipios en los que se basa en islam¿?,contestame cuanto antes
Pues la verdad es que no los conozco aunque estoy segura que hay páginas web que lo explican perfectamente.
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